jueves, 4 de septiembre de 2014

Bailando con ganas aunque no sepa


Todo empezó de muy pequeña, mamá me puso a clases de "ballet" a que madre no le gusta ver a su niña de rosa, yo iba muy contenta  a mis clases de baile,  cuando cual fue la sorpresa de mamá que el día de la actuación por cierre de temporada, tenemos que bailar la danza del cisne y que baile yo la del "ganso", si señores desde ese día quede marcada, el baile no es lo mío.


Luego podía evitar las actuaciones de baile del colegio de primaria, hasta que me entere de que mi padre me cambiaba aún colegio de "monjas", ojo no por mi mal comportamiento ( cosas de padres) yo en aquella época era buenisimaaaaaaaaaaa, pero muy buena ;)
Nuevo colegio, sólo mujeres, capilla, madre Inmaculada,  el Angelus, todas las semanas confesiones y yo quedandome sin pecados que contar vaya que recuerdos, risas, travesuras miles, no se porque los padres piensan que en el colegio de monjas las "nenas" somos más buenas.


Todo estaba bien, muy aparte de que llegue al colegio el primer día con yeso, menuda entrada.
El colegio  tenía una actividad en "setiembre" gimnasia rítmica, había que hacer coreografías, con cintas, aros, palos de madera, en fin  BAILAR, que horror, martirio del mal, que mal lo pasaba, mientras que las mechitas disfrutaban, parecía que habían nacido para eso. Yo,  siempre al fondo para que nadie me viera, muerta de la "vergüenza", pero con el pequeño tamaño que Dios me dio inevitable  sentir que todos me miraban sólo a mí, que sólo era idea mía buuuuuuuuuuuuuuuuuu



Ahora ya más grandecita, me lo bailo todo a mi modo, como digo  Yo, no bailo hago el tonto ( bueno bailo alguito) y con unas cuantas copas de cava un poco más, Señores he de confesarlo SOY VERGOSOZA, para el baile y alguna que otra cosilla
Como dice Marc Anthony, yo bailo, rio, gozo que la vida es una.

 



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